En el ámbito laboral y muy especialmente en el sanitario, hay un concepto con gran importancia, que tanto el empresario como los trabajadores deben conocer, que son los EPIs. Es un concepto que siempre ha sido fundamental, y que actualmente, cada vez está adquiriendo más importancia, a causa de la crisis del coronavirus.
Los EPI,s se deben usar cuando existan riesgos para la salud de los trabajadores que no se puedan evitar a través de medios técnicos de protección colectiva.
Los EPI,s deben reunir una serie de características que se establecerán en función del riesgo al que nos vayamos a exponer, como a las condiciones ambientales y características del usuario.
– La imposibilidad de eliminar un riesgo.
– No poder controlar el riesgo mediante técnicas de protección colectiva.
– La necesidad de cubrir un riesgo cuya aparición es temporal o circunstancial.
– Como medida de protección complementaria de la colectiva si el proceso de evaluación de riesgos así lo especifica.
En sanidad existen EPIs básicos que sirven para proteger, tanto al personal sanitario de los riesgos biológicos, como a los pacientes, evitando así, la contaminación cruzada.
Aquí puede ver los productos que ofrecemos en Protección Hospitalaria: guantes de protección, equipos de protección respiratoria y los de protección ocular y facial.
– Guantes: Deben usarse guantes de examen de un solo uso no estériles. Si se entra en contacto con los fluidos del paciente se usarán dos guantes, que deberán cambiarse cuando estén muy contaminados. Una vez quitados es necesario realizar una buena limpieza de manos para intentar reducir riesgos.
– Protección respiratoria: Lo debe utilizar el personal sanitario que entre en contacto con el paciente o con sus fluidos. Se usan mascarillas, mascarillas con filtros, medias máscaras o máscaras completas dependiendo del nivel de riesgo. Las máscaras completas, a su vez ofrecen una protección ocular.
– Protección ocular: Se usan pantallas faciales o gafas de montura integral junto con una mascarilla para evitar las salpicaduras de fluidos.
En el Real Decreto 1407/1992 se establecen los requisitos de diseño y fabricación de los equipos de protección individual. Este Real Decreto, establece que todos los EPIs deben cumplir con el marcado CE, que nos indica que el fabricante ha sometido al producto a los procedimientos de la UE, con garantía y seguridad para el usuario.
Otro de los requisitos es que cada equipo debe ir acompañado de las instrucciones de uso donde aparezcan los datos del fabricante, rendimientos del equipo, caducidad, etc.
Como complemento de los EPIs existen los llamados Productos Sanitarios (PS),cuya definición es la de cualquier instrumento, dispositivo, equipo, material u artículo, que se usa sólo o en combinación, que incluye programas informáticos, destinados a ser utilizados en humanos y cuya finalidad consiste en:
– Diagnosticar, prevenir, controlar, tratar o aliviar una enfermedad.
– Para diagnosticar, aliviar o tratar una lesión o deficiencia.
– Investigar, sustituir o modificar la anatomía o un proceso fisiológico.
– Regular la concepción.
Tanto los EPI como los Productos Sanitarios están regulados por directivas europeas, que garantizan el cumplimiento de la fabricación de estos productos con unas exigencias de seguridad y salud. En Protección Hospitalaria, podemos encontrar ropa de protección, calzado, guantes y mascarillas que sirvan para prevenir el contagio e infecciones. Todos los productos cumplen con la normativa vigente.
– Ropa de protección, batas: La OMS establece que la ropa de protección debe ser impermeable y desechable, y debe cubrir cualquier parte del cuerpo expuesta al contacto con fluidos corporales del paciente infectado.
– Calzado: El calzado debe ser cerrado, anatómico, homologado y deberá mantener el pie sujeto, deberá resistir la perforación con objetos cortantes, la penetración de fluidos y con suela antideslizante, que nos evite resbalones y caídas.
Los EPIs se clasifican en función de los riesgos frente a los que deben proteger, se dividen en varias categorías:
Protegen frente a riesgos mínimos, como por ejemplo guantes de limpieza, batas, mandiles, etc.
Los no incluidos en las categorías I ó III. Protegen frente a un riesgo medio, como por ejemplo muchos tipos de calzado de seguridad.
Protegen de un peligro mortal o que puede dañar seriamente la salud, como por ejemplo protecciones respiratorias filtrantes que protegen de gases tóxicos, los EPIs frente al Ébola o al coronavirus, etc.
Los Equipos de Protección Individual y los protocolos sanitarios de actuación constituyen una serie de barreras competentes en materia de seguridad y salud, pero para que sea así, debemos cuidar que la selección de los protocolos y el uso de los equipos se hagan de forma adecuada. Para hacer esta selección de manera correcta, es importante prestar atención a la magnitud de los riesgos, a las características de la tarea y a los trabajadores que la van a realizar. Resulta fundamental, que los trabajadores se involucren en el proceso de educación y formación en materia preventiva y que reflexionen sobre la importancia de paliar las prácticas de riesgo y modificar las conductas inseguras.
En Protección Hospitalaria estamos encantados de asesorarle en el equipo que mejor se adecúe a su sector.